Madrid: aunque sea como cubrir cualquier formulario, hay un señor con una metralleta en la puerta

   

 

           El 21 de mayo empezaba pronto para nosotros el día. Me levanté algo más tarde de las tres, y a las cuatro y cuarto recogimos a la otra Nuria (sí, toda mi vida sabiendo de una o dos Nurias, y somos tres en la beca, dos de la misma ciudad, Lugo). Fuimos hasta Santiago y allí nos encontramos con el resto de becados (ya que algunos no podían por viajes y eso, fuimos 69 más los cuatro adultos responsables de la beca). Nos dieron las tarjetas de embarque y el avión salió a las siete menos cuarto.

                      

                                (de izquierda a derecha y de atrás a delante)
            Miguel, Area, Catalina, Ana, Jorge, Quique, ?, Brenda y Helia)

         

          Llegamos a Madrid sobre las ocho y nos dieron en unas
bolsitas el desayuno (para que veais que somos muy sanos, manzana, agua y un poco de chocolate). Cogimos dos buses y nos dirigimos hasta la embajada. Como éramos tantos, decidieron que esperásemos fuera, sí a la sombra y con un frío de narices y Raquel en pantalones cortos (un aplauso, por favor).
       
          Nos dieron a cada uno todo el papeleo para la solicitud del visado, y entramos cada tres o cuatro. Nos quitaron el móvil (eso sí, nos dieron una tarjeta amarilla con el águila estadounidense para recogerlo, por si no nos había quedado claro donde estábamos), y nos fuimos a una sala como en las que solicitas el pasaporte o el DNI, las mismas sillas y todo, pero resulta que nosotros no tenemos una foto de Rajoy, y ellos de Obama sí (yeah). Allí fuimos a una cabina (y si la 0 no se veía) en la que nos dieron un papelito con nuestros derechos, y todo. Después nos tomaron las huellas, y cogieron el papel del visado.

          La chica me dijo si acabaste fuera, entonces yo toda contenta me fui. El problema fue que al salir todos (los que habían salido hasta ese momento) tenían un papel que yo no. Se lo pregunté a Ana María (es la mujer para todo en la beca, como la madre de todos nosotros), y me preguntó si había hecho la entrevista. "¿Qué entrevista?". A mi me habían dicho que tenía que hacerla, pero pensaba que era lo de la cabina y no. Tuvimos que avisar a la chica de la entrada, para que volviese a entrar saltándome algunos pasos (sí, hay controles para todo) y me hizo la gran entrevista:

-¿Adónde te vas?
-A Estados Unidos

          Aquí el tío se pasó media hora riéndose. Vale, supongo que no es una respuesta muy inteligente teniendo en cuenta que había una banderita a cada rato, pero yo no tengo culpa de no tener destino definitivo. Preguntas súper fáciles quitando la de si me había leído el papelito de mis derechos, sí, todos contestamos que lo habíamos mirado. Recogimos nuestro móvil, y nos dirigimos al hotel.

Selfie de becados 

          Bajamos al sótano del hotel NH Núñez de Balboa, y estuvimos un rato hablando hasta que llegó la comida. Ese fue el momento en el que nos abalanzamos sobre ella, y destaco la gran frase de Brais "Tío, en vez de becados parecemos refugiados" (lo de tío se lo puedes añadir o no, a gusto del consumidor). Después llegaron cinco becados de la primera y la segunda edición que están ahora estudiando en Madrid y nos contaron sus experiencias. Una de ellas era Bea (clickeando en su nombre puedes acceder a su blog). Fueron hablando con nosotros, en corros (me encantó que una hubiese vivido una guerra de comida  ). También vino una diplomática americana, que nos dio la bienvenida a su país y un discurso muy motivador.

De izq a derecha: Lucía, Jorge, Raquel, Iria, Zaida, Nuria, Álex
yo, Nuria, Pablo, Santi, Ana, Pablo, Miguel y Claudia.

Nos dieron la comida y nos fuimos al aeropuerto (a la una y poco pienso, bastante pronto) y estuvimos esperando por allí hasta las cuatro menos diez que era la hora en que salía nuestro avión. Lo cogimos y aterrizamos sin más contratiempos que Jorge besando el suelo del aeropuerto (digamos que para él los aviones no son sinónimo de diversión).

Adrián, Quique, Ana, Celia, Jorge, Miguel, Area, en el pasillo
Brenda, yo y Lucia, la otra Lucia durmiendo, Iria movida, al
lado Raquel, detrás Kukulis (Adrián) y Helia en primer plano.

Helia, yo, Santi y Nuria

Helia y yo